Domótica

Domótica en casa

Transformar una residencia en el hogar más acogedor posible cuenta con un poderoso aliado en la automatización. Con domótica, nuestra llegada a casa después de una jornada laboral podría estar configurada de manera personalizable 100% y podríamos, a manera de ejemplo, pulsar el botón de «bienvenida a casa» y el hogar nos daría la bienvenida desactivando el sistema de alarma, ajustando la temperatura, corriendo las cortinas, ajustando la iluminación y poniendo nuestra música favorita.

Tanto si activa manualmente un programa como si deja que todo funcione con temporizadores automatizados, la domótica le permite mantener el ambiente perfecto en cualquier momento, de día o de noche. De manera análoga, existen soluciones múltiples para espacios exteriores. Incluso podemos diseñar una piscina de agua o un jacuzzi inteligentes.

Domótica en la empresa

Las instalaciones de empresa se convierten en inteligentes y sostenibles mediante la configuración de un ecosistema eficiente en la gestión de sus recursos e implementando, de esta forma, el trabajo de sus empleados. Con un sistema domótico dispondrá de un control total sobre las distintas funciones de la domótica para empresas: temperatura, iluminación, alarmas, electrodomésticos, multimedia o seguridad.

Específicamente, podrá gestionar las funciones derivadas de la instalación eléctrica. Además de controlar estas aplicaciones desde una pantalla táctil, un mando a distancia, o incluso desde su teléfono móvil. ¡La automatización eficiente para empresas está a tan solo un clic de distancia! La domótica permite al usuario definir escenas/presets para cada momento de su jornada cotidiana, ya sea de forma manual actuando sobre una interfaz – botonera, App, etc -, ya sea de forma automática, los cuales, pueden variar en función de determinadas constantes externas.

Domótica para hoteles

Si bien sus orígenes se remontan al ámbito doméstico, la domótica ha evolucionado hasta convertirse en un aliado estratégico para el sector hotelero. Su implementación se ha consolidado como una práctica fundamental en la búsqueda constante de optimizar la experiencia del huésped y la eficiencia operativa de los establecimientos. En términos generales, la domótica hotelera engloba la aplicación de sistemas de automatización y control inteligente para gestionar de manera integral una amplia gama de funciones, desde el confort y la seguridad hasta la optimización de los recursos energéticos.

La adopción de soluciones domóticas en el sector hotelero ha demostrado ser una inversión altamente rentable, generando una serie de beneficios tanto para los huéspedes como para los operadores. Al permitir un control personalizado de aspectos como la temperatura, la iluminación y las cortinas, la domótica brinda a los huéspedes un mayor nivel de confort y autonomía durante su estancia. Asimismo, la capacidad de recordar las preferencias individuales y ofrecer servicios personalizados enriquece significativamente la experiencia del cliente. Mediante la implementación de sistemas de control y monitoreo automatizados, es posible optimizar el consumo energético y reducir los costos operativos asociados a la climatización, la iluminación y otros servicios.

Domótica | Proyectos integrales

Estudio previo

Análisis de necesidades y ajustes: requerimientos técnicos, configuraciones y diseño de ingeniería.

Instalación

Nuestros profesionales implantan equipos y accesorios necesarios: fuentes de sonido, amplificación, altavoces, redes o acciones de obra.

Control

Implantamos los dispositivos de control para manejo y automatizaciones posibles.

Soporte Post Venta

Ofrecemos soporte de tipo correctivo de nuestras instalaciones y equipos.

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Preguntas frecuentes sobre Domótica

Con el término domótica nos referimos a los sistemas y tecnologías que gestionan, supervisan, controlan y automatizan los elementos y/o funciones de manera inteligente de elementos de una vivienda o edificio: energía, comunicaciones, iluminación o vigilancia; garantizando, de esta manera, seguridad y confort.

La domótica automatiza tareas más allá de un horario establecido, teniendo en cuenta diversas variables circunstanciales predefinidas dependiendo de la tarea a realizar. Un buen ejemplo lo podríamos establecer en los antiguos sistemas de riego programado.

Con la inclusión de la domótica, el sistema de riego no sólo programaría un horario de acción sino que adaptaría su funcionamiento a variables como la humedad, las precipitaciones naturales, el clima, la orientación física, la temperatura de impulsión o la radiación solar.

La domótica, esa tecnología que está transformando nuestros hogares, ofrece una amplia gama de posibilidades gracias a la diversidad de sistemas disponibles. Al elegir el sistema domótico más adecuado para tu hogar, es fundamental considerar varios factores clave:

Tipo de conexión: La forma en que los dispositivos se comunican entre sí es un aspecto crucial. Las conexiones cableadas, como KNX o LonWorks, garantizan una mayor estabilidad y velocidad, pero requieren una instalación más compleja. Por otro lado, las conexiones inalámbricas, como Z-Wave, Zigbee, Bluetooth o Wi-Fi, son más fáciles de instalar y ofrecen mayor flexibilidad, aunque pueden ser más susceptibles a interferencias. Los sistemas híbridos combinan lo mejor de ambos mundos, ofreciendo un equilibrio entre estabilidad y flexibilidad.

Protocolos de comunicación: Estos son el lenguaje que utilizan los dispositivos para comunicarse. Los protocolos propietarios, desarrollados por una única empresa, suelen ofrecer un alto grado de personalización y control, pero pueden limitar la compatibilidad con otros sistemas. Los protocolos abiertos, como KNX o Zigbee, permiten una mayor interoperabilidad entre diferentes marcas y productos, facilitando la expansión del sistema.

Arquitectura del sistema: La forma en que se organizan y comunican los dispositivos determina la eficiencia y escalabilidad del sistema. Las arquitecturas centralizadas, con un dispositivo central que controla todo, son más fáciles de gestionar pero pueden ser un punto único de fallo. Las arquitecturas descentralizadas, donde cada dispositivo tiene cierta autonomía, ofrecen mayor redundancia y escalabilidad, pero pueden ser más complejas de configurar. Las arquitecturas híbridas combinan lo mejor de ambos mundos.

Factores a considerar al elegir un sistema:

Tamaño de la vivienda: Para viviendas pequeñas, un sistema inalámbrico puede ser suficiente. Para viviendas más grandes o con mayor complejidad, un sistema cableado o híbrido puede ser más adecuado.
Presupuesto: Los sistemas cableados suelen ser más costosos de instalar, mientras que los sistemas inalámbricos pueden ser más económicos.

Nivel de personalización: Si buscas un alto grado de personalización y control, un sistema con protocolo propietario puede ser la mejor opción.
Escalabilidad: La capacidad de expandir el sistema en el futuro es un factor importante a considerar.
Facilidad de uso: Un sistema fácil de usar y configurar es esencial para la mayoría de los usuarios.

Seguridad: La protección de tus datos personales y la seguridad de tu hogar son fundamentales. Opta por sistemas con protocolos de seguridad robustos.

Tanto en la domótica en casa como en la domótica de empresa encontramos los mismos principios aplicados a usos adaptados a la actividad. En los sistemas domóticos, los distintos dispositivos que componen la arquitectura de la instalación utilizan redes Wi-Fi para enviar y recibir información y comunicarse.

Los terminales son siempre dispositivos como electrodomésticos, gadgets de iluminación, equipos de climatización, persianas o toldos motorizados que tienen la capacidad de comunicarse con el sistema central programable y actuar como interfaz para su control. En la domótica en casa y en la domótica en empresas, los sensores del sistema recogen información sensible, y el equipo central decide qué acciones tomar en función de la información de esos sensores. De esta manera, las señales se codifican y transmiten en forma de protocolos de comunicación que deben ser interpretados para cada dispositivo.

Actuadores: Los actuadores constituyen los componentes ejecutores de un sistema domótico, estableciendo una interfaz física con los elementos a controlar dentro de un edificio. Estos dispositivos, tales como luminarias, electroválvulas, motores y contactos secos, traducen las señales digitales provenientes del sistema de control domótico en acciones concretas en el entorno físico, permitiendo así la conmutación, regulación o accionamiento de los equipos conectados.

Sensores: Los sensores son los elementos encargados de captar información del entorno o recibir órdenes del usuario, transformándolas en señales eléctricas que pueden ser procesadas por el sistema domótico. Ejemplos de sensores incluyen pulsadores, botoneras, detectores de movimiento, termostatos, anemómetros y sensores crepusculares. Muchos de estos dispositivos incorporan interfaces de usuario, como pantallas táctiles o visualizadores, que facilitan la interacción y monitorización del sistema.

Pasarelas: Las pasarelas, también conocidas como gateways o routers, desempeñan un papel fundamental en la interconexión de distintos sistemas y protocolos de comunicación. Estos dispositivos permiten integrar elementos como proyectores, otros sistemas inteligentes o incluso establecer conexiones remotas con el sistema domótico, facilitando así la expansión y personalización de las funcionalidades.

Acopladores: Los acopladores son dispositivos que segmentan físicamente un bus de comunicación, agrupando los dispositivos en secciones con características específicas en términos de cantidad de equipos, ubicación o función. Esta segmentación optimiza la transmisión de datos, permitiendo alcanzar mayores distancias y facilitando la gestión del sistema mediante un direccionamiento lógico basado en áreas, grupos y líneas.

Ahorro y eficiencia energéticas, por medio de la optimización de los recursos energéticos disponibles. Un ejemplo de ello: en la casa domótica – u «hogar inteligente» – el usuario tiene la posibilidad de definir, de modo manual o automático, cuál es la fuente de energía más adecuada en cada momento y para cada necesidad.

De esta manera, si disponemos de una acometida eléctrica, de un sistema de energía solar y de un sistema de almacenamiento de energía eléctrica (baterías) y deseamos cargar un coche eléctrico podemos decidir la fuente de energía más adecuada en cada momento en base a múltiples parámetros: el coste de la energía eléctrica suministrada por la red, la producción de energía solar y el tiempo restante hasta el ocaso, el estado de carga de las baterías, cuánta energía se debe recargar, etc.

Referido a facilitar tareas diarias a personas de la tercera edad o a personas con algún tipo de limitación o incapacidad. Entre otras muchas cosas permite automatizar e integrar tareas y funciones. Del mismo modo podemos automatizar los aspectos de seguridad. Nos referimos a sistemas de gestión y de supervisión remota para detectar caídas, accidentes, ausencias, geolocalización, medición de constantes vitales, etc.

Si desea tener una casa inteligente de lujo, le ayudaremos a diseñar según sus preferencias. Puede automatizar sus casas, así como los espacios comerciales. Ayudamos a diseñar, instalar y mantener espacios inteligentes con prestaciones premium.
Si sólo necesita una gestión eficiente de la energía, puede hacer uso de nuestra tecnología de automatización energética. Nuestro conjunto de servicios de automatización del hogar incluye audio, vídeo, iluminación, persianas, automatización de la energía y todo lo imaginable mediante una correcta comunicación entre dispositivos.

Proporcionamos un control sencillo de la tecnología integrada y de la automatización que incluye audio, vídeo, iluminación, persianas motorizadas, control de la climatización, gestión de la energía y redes. Nuestra amplia experiencia en domótica premium, nuestra programación experta, nuestro enfoque centrado en el cliente y nuestra alta calidad de servicio permiten experimentar desde el primer momento todas las ventajas de las soluciones tecnológicas personalizadas para su hogar o negocio.

Un protocolo es un conjunto de reglas y estándares que permiten que diferentes dispositivos se comuniquen entre sí. En el mundo de la domótica, estos protocolos definen cómo los sensores, actuadores y controladores intercambian información para automatizar tareas en tu hogar.

Los protocolos en domótica son como los idiomas que hablan tus dispositivos inteligentes para comunicarse entre sí. Cada protocolo tiene sus propias características y ventajas, y la elección del protocolo adecuado dependerá de las necesidades específicas de tu hogar.

Tipos de protocolos:

Podemos clasificar los protocolos en dos grandes grupos:

Protocolos propietarios: Desarrollados por una empresa específica (ej: Crestron, Lutron), ofrecen un alto grado de control y personalización, pero pueden limitar la compatibilidad con otros sistemas.
Protocolos abiertos: Estándares desarrollados por consorcios o organizaciones (ej: KNX, Zigbee), permiten una mayor interoperabilidad entre diferentes marcas y productos.

Principales protocolos utilizados en domótica:

KNX: Considerado el estándar mundial en domótica, KNX ofrece una gran flexibilidad y escalabilidad, permitiendo controlar una amplia variedad de dispositivos.
Zigbee: Un protocolo inalámbrico de bajo consumo energético, ideal para redes de sensores y actuadores. Es ampliamente utilizado en productos para el hogar inteligente.
Z-Wave: Otro protocolo inalámbrico popular, conocido por su seguridad y alcance. Se utiliza en una amplia gama de dispositivos domóticos.
Bluetooth: Aunque más conocido por su uso en dispositivos móviles, Bluetooth también se utiliza en algunos sistemas domóticos, especialmente para aplicaciones de bajo alcance.
Wi-Fi: El protocolo más común para conectar dispositivos a internet, también se utiliza en algunos sistemas domóticos, pero puede ser menos eficiente que otros protocolos para aplicaciones específicas.
Apple Homekit: Si bien Apple HomeKit no se clasifica estrictamente como un protocolo de comunicaciones, su impacto en el mercado de la domótica y la atención mediática que ha generado lo hacen digno de mención. Presentado en la Conferencia Mundial de Desarrolladores de Apple en 2014, HomeKit opera como un marco de trabajo de software que facilita a los desarrolladores la creación de dispositivos inteligentes para el hogar, los cuales pueden ser controlados directamente desde dispositivos iOS (iPhone, iPad, iPod touch) a través de la aplicación 'Casa'. Este marco actúa como un puente unificador entre diversas tecnologías inalámbricas. Si bien Wi-Fi y Bluetooth son las interfaces primarias utilizadas actualmente por los dispositivos HomeKit, se prevé una futura compatibilidad con estándares como Z-Wave y ZigBee. De hecho, empresas como Insteon han lanzado al mercado controladores Hub que integran HomeKit, permitiendo la interoperabilidad entre diferentes protocolos. La configuración y control de los productos compatibles con HomeKit resultan sencillos e intuitivos, incluso mediante el asistente de voz Siri. Con iOS 10, la aplicación 'Casa' ofrece funcionalidades avanzadas como la organización de accesorios por habitación, el control simultáneo de múltiples dispositivos y la automatización de tareas. Para garantizar la calidad y seguridad de los productos HomeKit, Apple ha establecido un riguroso programa de certificación MFi (Made for iPhone). Tanto los desarrolladores como los fabricantes deben obtener una licencia MFi y cumplir con los estándares de Apple. Este proceso incluye auditorías periódicas de las instalaciones de fabricación y la integración de un chip de autenticación especial que proporciona cifrado y autenticación de los dispositivos. Apple HomeKit ha revolucionado la forma en que interactuamos con nuestros hogares inteligentes. Al ofrecer un marco de trabajo unificado y un ecosistema de dispositivos certificados, HomeKit ha simplificado la adopción de la domótica para los usuarios de iOS.

Factores a considerar al elegir un protocolo:

Alcance: La distancia máxima a la que los dispositivos pueden comunicarse.
Velocidad: La rapidez con la que los dispositivos intercambian información.
Consumo energético: El consumo de energía de los dispositivos y la red.
Seguridad: La protección de los datos y la prevención de intrusiones.
Interoperabilidad: La capacidad de los dispositivos de diferentes marcas para comunicarse entre sí.
Escalabilidad: La facilidad para expandir el sistema en el futuro.

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