Aplique de exterior

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Preguntas frecuentes sobre Aplique de exterior

Un aplique de exterior es una luminaria diseñada específicamente para ser instalada en paredes exteriores, como fachadas, porches, terrazas o jardines. Se caracteriza por su resistencia a las inclemencias del tiempo, como la lluvia, el sol y los cambios de temperatura.

Los apliques de exterior cumplen múltiples funciones:

Iluminación: Proporcionan luz en zonas exteriores, mejorando la visibilidad y la seguridad.
Decoración: Añaden estilo y personalidad a cualquier espacio exterior, realzando su estética.
Delimitación: Marcan caminos y delimitan áreas en jardines y terrazas.
Seguridad: Disuaden a posibles intrusos y crean un ambiente más seguro.

Existen diversos tipos de apliques de exterior, cada uno con características y usos específicos:

Apliques de pared: Los más comunes, ideales para iluminar puertas, ventanas y fachadas.
Apliques empotrados: Se integran en la pared, ofreciendo un diseño más discreto.
Apliques con sensor de movimiento: Se encienden automáticamente al detectar movimiento, perfectos para zonas de paso.
Apliques con sensor de luz: Se activan cuando la luz ambiental disminuye, ideales para patios y jardines.

La ubicación dependerá de la función que quieras darle. Por ejemplo:
Entradas: Ilumina la zona de acceso para facilitar la entrada y salida.
Terrazas y porches: Crea un ambiente acogedor y funcional para disfrutar de las noches al aire libre.
Jardines: Resalta elementos decorativos como plantas, esculturas o fuentes.
Fachadas: Realza la arquitectura de tu hogar y crea un efecto visual atractivo.

Las bombillas LED son las más recomendadas por su bajo consumo, larga vida útil y alta eficiencia luminosa. Además, ofrecen una amplia gama de temperaturas de color y tonalidades de luz.

El diseño debe combinar con el estilo arquitectónico de tu hogar y el ambiente que quieras crear. Considera factores como el material, el acabado, el tamaño y la forma del aplique.

Se recomienda elegir apliques con un grado de protección IP54 o superior, que garantiza resistencia a las salpicaduras de agua y al polvo. Para zonas más expuestas a la intemperie, como piscinas o zonas costeras, se recomienda un grado de protección IP65 o IP66.

Sí, siempre y cuando tengan el grado de protección IP adecuado. Los apliques con IP65 o IP66 son ideales para zonas húmedas o expuestas a la lluvia.